Es un examen esencial para medir la presión intraocular (PIO), crucial en la detección y manejo del glaucoma. Este procedimiento permite identificar aumentos en la PIO, principal factor de riesgo para el glaucoma, facilitando una intervención temprana y eficaz para prevenir el daño al nervio óptico y la pérdida de visión. Además, la tonometría de aplanación es útil para monitorear la efectividad de los tratamientos en pacientes diagnosticados y para detectar otras condiciones oculares asociadas con cambios en la PIO. Es una parte integral de los exámenes oculares regulares, contribuyendo a una atención ocular completa y preventiva.